La ley antitabaco que prohíbe fumar en espacios públicos como restaurantes, hoteles o salas de espera de estaciones de tren y aeropuertos de China, según propietarios de establecimientos y clientes, tuvo ayer un impacto mínimo.
“No hemos notado nada, ni descenso del número de clientes ni quejas. Lo único que hemos hecho ha sido retirar los ceniceros de las mesas y poner carteles avisando a los consumidores”, declaró Feng Zhao, propietario de un restaurante en el centro de Pekín.
Según la nueva norma, los dueños de restaurantes y hoteles deben poner, de forma visible, señales que prohíban el consumo de tabaco en sus establecimientos así como llevar a cabo iniciativas que animen a sus clientes a dejar el hábito.
Además, según la normativa, las zonas exteriores, en las que sí se permite fumar no podrán obstruir pasos de cebra, y las máquinas expendedoras de tabaco deberán desaparecer de los lugares públicos.
Esta ley supone un paso más en el intento de China de cumplir, fuera de plazo, el convenio firmado con la OMS (Organización Mundial de la Salud) en 2003, por el cual se comprometió a eliminar en siete años el consumo de cigarrillos en lugares públicos.
Sin embargo, la falta de directrices claras y, sobre todo, de sanciones para propietarios o consumidores provocó que muchos desconozcan esta norma o la consideren algo de poca importancia.
A este respecto se refirió Yao Dan, jefa de la cafetería en un hotel de Pekín donde los huéspedes fumaban ayer sin ser advertidos por los trabajadores del establecimiento.
“Se ha intentado otras veces pero a nosotros nadie nos ha dicho nada. No sabíamos que hoy entraba en vigor la ley y, además, nadie nos ha comunicado qué pasaría si no la cumplimos”, aseguró Yao.
Max Oehler, austriaco residente en la capital china, afirmó que la medida era demasiado restrictiva para un país con un consumo de tabaco tan extendido como China, pero que el momento “es el adecuado”.
“Creo que en un país con cientos de millones de fumadores no puedes prohibir el tabaco de la noche a la mañana. Sin embargo, esto es una tendencia a nivel mundial y hacerlo ahora, justo antes del verano, cuando la gente quiere estar fuera de los locales, parece lo más apropiado“, opinó Oehler.
China tiene más de 300 millones de fumadores y fuentes oficiales estiman que más de 700 millones de personas son fumadores pasivos de manera habitual, lo que llevó a la Oficina Nacional de Control del Tabaco a proponer la medida que ayer entró en vigor.
Yang Gonghuan, su director, aseguró que pedir a los dueños de negocios que colaboren en la lucha contra el tabaco “es algo necesario y realista”.
No obstante, aseguró que el camino a recorrer “no es fácil” ya que China es el mayor productor y consumidor a nivel mundial del sector, pues fabrica un 42% del tabaco del planeta y sus fumadores consumen un tercio de los cigarrillos que se fuman en todo el globo.
Fuente: EFE
