Un estudio reciente, llevado a cabo por la Universidad Duke de Carolina del Norte (EEUU), ha comprobado empíricamente que mientras algunos alimentos empeoran el sabor del cigarrillo, otros lo realzan y mantienen la dependencia.
Lo positivo de este estudio es que señala que una adecuada alimentación, sana y equilibrada, es un perfecta aliada en la lucha contra el hábito tábaquico. Entonces, se logran dos objetivos en un sólo paso: no sólo se logra controlar el peso tan temido que se supone se adquiere luego de dejar de fumar, sino también que estos mismos alimentos ayudan y refuerzan la voluntad.
LOS SÍ para dejar de fumar
Frutas, hortalizas y lácteos empeoran el sabor del cigarrillo.
LOS NO para dejar de fumar
Carne, alcohol o café realzan su sabor, haciendo más atractivo el hábito de fumar.
Es importante este descubrimiento puesto que en la vida cotidiana uno encuentra múltiples situaciones para justificar el hábito. Dejar el tabaquismo afecta a las hormonas, al sistema nervioso, al sentido del gusto y del olfato, a la capacidad de digerir y asimilar los nutrientes de los alimentos. Por otro lado, la inevitable ansiedad se intenta superar habitualmente con la comida que, además, acostumbra a ingerirse compulsivamente y de forma desordenada.
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